Un masaje en pareja en promedio debe tener una intensidad media, combinando caricias suaves con algunos masajes más intensos. Se puede alternar entre diferentes métodos como fricciones, dibujando ochos, golpecitos suaves, ligeras torsiones de músculos, etc. También puedes usar otras partes de tu cuerpo como las manos, dedos, nudillos, labios, pies, etc.
Al realizar el masaje es conveniente seguir un orden ascendente, comenzando por los pies e ir subiendo hasta la cabeza, enfocándonos sobre todo en las zonas erógenas que tienen un mayor número de terminaciones nerviosas para intensificar las sensaciones sexuales.
Comienza por los pies. Primero uno y luego el otro, has algunas caricias y movimientos semicirculares en la planta del pie, después alrededor de los huesos redondeados del tobillo.
Sigue por las piernas. Masajea toda la zona interior de los muslos, glúteos e ingle, enfócate en esas zonas sensibles eróticas.
Continúa subiendo por la espalda. Comienza en la base y termina en el cuello, y sigue masajeando cada brazo, pasando por los hombros hasta llegar a las manos. Todo esto aplica hasta para los masajes gays, con las distinciones de la sensibilidad masculina.
Termina en la cabeza. Masajea todo el cuero cabelludo y pasa por el rostro utilizando las yemas de los dedos para acariciar los labios y la frente. Termina el masaje dando un beso en los labios.